Las escuchas telefónicas a Villar, su hijo Gorka y el vicepresidente de la RFEF, Juan Padrón, entre otros, han precipitado la detención y envió a prisión del Presidente de la RFEF. En el auto del juez se detallan buena parte de esas conversaciones en las que se habla de dinero que sin ningún control y de influencias y tratos de favor a algunos presidentes de federaciones regionales según su afinidad con Villar.