Gareth Bale se llevó una tremenda y sonora pitada en su vuelta al Santiago Bernabéu. El galés salió desde el banquillo pero jugó muy buenos minutos. En sus botas nació el gol de Modric que cerraba el partido. Todos los compañeros se fueron a celebrar el tanto con el croata pero Casemiro pidió a los jugadores que lo celebraran también con el ex del Tottenham.