Carlos Soria “Un trekking muy salvaje”
cuatro.com
06/09/201113:21 h.Dario Rodríguez
La marcha de aproximación al Dhaulagiri es muy bella y poco concurrida. Carlos Soria lleva tres días de trekking y hasta el momento su grupo no ha coincidido con ningún occidental. Nada que ver con el trekking del Lhotse/Everest que Carlos Soria realizó la pasada primavera cuando ascendió el Lhotse. Si aquel está “plagado” de lugares donde dormir y comer, y es uno de los más visitados del mundo (continuamente te estás cruzando con alpinistas y trekkers de todas las nacionalidades) éste, por el contrario –al menos en esta temporada- no tiene ningún alojamiento abierto, lo que obliga a la expedición de Carlos Soria, a dormir en tienda de campaña en plena época de lluvias. Pero esto también tiene su ventaja: la gente de los pueblos no están muy acostumbrados a ver occidentales, por lo que son absolutamente encantadores y Carlos Soria puede disfrutar de un contacto muy cercano y directo con la vida tradicional nepalí.
Carlos Soria ha intentando el Dhaulagiri en otras tres ocasiones. Y en todas ellas ha hecho la marcha de aproximación por otro recorrido que hay que es algo más corto (4 días). En una de estas expediciones descendió por la ruta que ahora sigue y pensó que era un recorrido bonito e interesante para alcanzar la montaña.
El problema que tiene esta ruta de acceso al Dhaulagiri es que cuesta mucho ganar altura. Hoy, por ejemplo, después de andar 7 horas, salvar cuatro desniveles muy fuertes, y hacer un gran recorrido, se encuentra prácticamente a la misma altura a la que durmió ayer: solo ha ganado ¡200 metros! Pero los paisajes y las gentes que está conociendo compensan la dureza del recorrido. Por suerte, hasta hoy, las lluvias han esperado todos los días a que el grupo se encontrara ya en el campamento. Tampoco las sanguijuelas, por el momento, han “atacado” demasiado a los miembros de la expedición, aunque ya han sufrido picaduras…
Durante la marcha de aproximación, Carlos Soria intenta no pensar demasiado en la montaña, pero como el mismo nos explica “Son muchas las horas que tienes andando para pensar en cómo estará la montaña, sobre todo en lo más importante en una expedición en el himalaya nepalí en otoño: en si ya habrá terminado el monzón ó todavía tiene fuerza y la montaña está cargada de nieve. Lo habitual, si hay suerte, es que la montaña esté en condiciones para ser escalada entre final de septiembre y primeros de octubre.”
Andar 7 horas para ganar 200 metros de altura
El año pasado, en el Manaslu en esta misma época, Carlos Soria estuvo de suerte (era su quinto intento) y alcanzó la cima el 1 de octubre. El otro ochomil que ha ascendido en otoño es el Shisha Pangma en el 2005.
La marcha de aproximación a un ochomil es un momento importante de la expedición. Así lo explica Carlos Soria “No sólo se trata de llegar a la base de la montaña, también durante estos días uno se va aclimatando a la montaña, a la alimentación y a la altura…”
Le hemos pedido a Carlos Soria que nos describa la etapa de hoy (Muri -1.850 m.- a Boghara -2.080 m.-): “Es muy salvaje. Las dos primeras fueron como cualquier principio de trekking. La de hoy ha sido dura: hemos salvado cuatro grandes desniveles y después de andar 7 horas hemos ganado solo ¡200 metros de altura!”
Hay dos épocas en Nepal para escalar: antes del monzón (primavera) y después del monzón (otoño). La mejor época es la primavera, aunque hay otoños estupendos y Carlos Soria desea que este sea formidable para así poder ascender el Dhaulagiri.
Carlos Soria utiliza mucho los bastones de trekking durante la marcha de aproximación y también en la montaña. ¿Porqué? “Necesito manejar muy bien los bastones para quitarles peso y esfuerzo a las rodillas”