El Real Madrid no pudo pasar del empate ante el Valladolid en un partido que arrancó con una gran sorpresa desde el inicio. Zidane decidía poner en el once a James Rodríguez y Bale, dos futbolistas cuestionados y que se encontraban en la rampa de salida.
El galés volvió a dejar buenas sensaciones como en el partido ante el Celta, e incluso escuchó aplausos tras desgastarse en defensa. Pero sin duda la ovación del partido la vivió el colombiano, quién fue sustituido en el minuto 57 y notó el cariño de la afición.