Situación insólita durante un vuelo en una compañía lowcost rusa. Kimérov, un jugador de voleibol de 2'15 metros de altura, fue obligado a viajar del avión por ser demasiado alto para el asiento que ocupaba. Al deportista no le permitieron cambiarse de sitio, le dejaron en tierra y ahora quieren denunciarle por las molestias causadas.