El Barcelona regresó a casa la misma noche del desastre en Roma. El equipo llegó con caras largas bajo la lluvia y un único aficionado les recibió en la Ciudad Deportiva Tito Vilanova. El hincha, sujetando un paraguas, tenía una pancarta que decía “ánimo”. Así fue la llegada de los jugadores del Barcelona a la Ciudad Deportiva.