Día Mundial del Desaparecido: sus familiares reivindican más recursos para dejar de ser invisibles

María Dolores Sánchez Moya desapareció en 1990 en Medina del Campo. Iba a Valladolid a trabajar en tren pero no llegó a la estación. Después de todo este tiempo, su familia se siente desamparada por las autoridades. La misma desatención que siente Isabel, madre de Caroline del Valle, desaparecida hace casi cuatro años en Sabadell, con 14 años. Ella denuncia que la investigación de su caso ha caído en el olvido.

Las desapariciones en el extranjero aún son más complicadas, con muchas más trabas. El caso del hermano de Blanca Martínez, desaparecido en Suecia cuando estaba haciendo el interraíl daría para una novela. La lista de desapariciones de españoles sin resolver supera las 12.300. Hoy muchos de sus familiares se han concentrado para pedir más recursos. Exigen además un estatuto del desaparecido, que permita dar entidad legal a los desaparecidos y evitar que muchas de las causas terminen en un archivo.

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