Hemos hablado con una de las mujeres que grabó la secuencia. Cuatro ladrones aparcaron un coche atravesando una calle a las puertas de una joyería, reventaron el cristal en 30 segundos con un mazo, uno de ellos se quedaba en el coche y otros tres arrasaban con lo que había en su interior. Les vio mucha gente, incluso les grabaron y les increparon pero ellos, tranquilos, consumaron el robo: “Cuando la gente se aceró uno de ellos dijo ‘¡que os pego un tiro!”