El ejemplar, de 8 metros de largo y 10 toneladas, sorprendió a los pescadores en la orilla de la playa de Tongoy, en Chile, que intentaron sin éxito devolver la ballena al mar. En el rescate fallido, que duró más de 6 horas, también participaron miembros de la Marina. A pesar de las maniobras, el animal murió a las pocas horas.