El sensitivo Aldo Linares explica qué vive en el cortijo del miedo. Paseando por la finca, él empieza a sentirse como el resto de la familia: no es bienvenido en el lugar. Parece que perteneció a unos monjes que continúan recreando su vida y que se sienten violentados por la presencia de la familia, y quieren echarles. Linares hace una alegoría muy visual para que los familiares lo entiendan: “para ellos, vosotros sois los muertos”.