El Hotel del Salto de Tequendama en Colombia, tenía mucho turismo hasta los años 50 por parte de las élites. Está situado en un acantilado desde donde se avista la caída de un salto de agua de 157 metros. No obstante, llegados los años 50, el hotel cayó en abandono debido al bajo caudal, transformándose así en el lugar idílico para suicidarse. Llegó a haber una media de un suicidio por día.