Carlos Pauner asegura que en la cima del monte Kangchenjunga, aparecieron unas misteriosas personas que le salvaron la vida. "No llego a verles las caras nunca y estaba como a 10 metros de ellos. Iban vestidos de montañeros pero no escuché sus pasos. Estoy seguro de que los vi, no sé si fue producto de mi imaginación o de la falta de oxígeno, pero en el momento más bajo de mi aventura me ayudaron", ha asegurado el montañero aragonés.