En 1898, durante la construcción del ferrocarril que unía Mombasa con Uganda, dos leones cavernarios de Tsavo devoraron a más de 140 obreros. El coronel Patterson, el único superviviente, tardó 9 meses en matarlos. Este león cavernario es más inteligente, le falta melena, tiene un pectoral más potente y también cazaba grandes animales como osos.