'C.S.I. Las Vegas' despide al detective Brass y le entrega el relevo a 'C.S.I. Cyber'
Un terrible episodio donde muerte, dinero y corrupción unieron la vida de varios adolescentes hace 25 años regresa al presente en la ciudad de Las Vegas para cobrarse las deudas pendientes en forma de asesinato. Un veterano político (Treat Williams, 'Ladrón de guante blanco') cuya vocación frustrada era la de ser forense científico, se verá inmerso en la investigación del crimen, sin saber que con su presencia pone en peligro la vida de su misteriosa hija y la de los expertos forenses.
Con esta trama que une el pasado y el presente de la legendaria ciudad del pecado, 'C.S.I. Las Vegas' culmina su decimocuarta temporada. Una despedida por partida doble para sus seguidores hasta el próximo estreno en Cuatro de la última y definitiva decimoquinta entrega, ya que uno de sus más emblemáticos miembros, el capitán Jim Brass (Paul Guilfoyle) dice adiós a su personaje. Un adiós provocado por su hija Ellie, una joven inestable y al borde del suicidio, cuyas debilidades arrastrarán hasta el mismísimo infierno a su preocupado padre.
Llega la franquicia de 'C.S.I.' que te hará apagar el router
Creada por Anthony E. Zuiker, Carol Mendelson y Ann Donahue, por primera vez en la saga de 'C.S.I.', la nueva ficción forense está protagonizada por una mujer, Patricia Arquette (Oscar a la Mejor Actriz Secundaria por 'Boyhood' en 2015). Ella encarna a la agente Avery Ryan, líder de la División de Delitos Cibernéticos del F.B.I. y experta en la Dark Web, el submundo que subyace bajo la capa superficial de Internet y que da cobijo a toda clase de criminales y delitos.
James Van Der Beek ('Dawson crece'), Peter MacNicol ('Ally McBeal'), Charley Koontz ('Community'), Hayley Kiyoko ('Familia de acogida') y el rapero y actor Shad 'Bow Vow' Moss ('El séquito'), completan el elenco actoral de esta serie, renovada por una segunda temporada.
En el primer episodio, Ryan y su equipo investigan un caso de pirateo de cámaras de vigilancia para bebés tras la desaparición de un recién nacido en su propia casa. Convencida de que el responsable ha estado observando al bebé durante varias semanas ante los confiados ojos de sus padres, Avery empieza a indagar en una línea criminal que conectará el secuestro con una trama de alcance internacional.