Definitivamente, Kilian Jornet es de otro planeta. El rey de la montaña lo ha vuelto a hacer, ha conseguido otro imposible: correr 140 kilómetros con el hombro dislocado. Parece que subir el Everest dos veces en una semana no fue suficiente para éste atleta catalán, cuya gesta nos deja, otra vez, imágenes impresionantes.