La canaria isla de Lobos, amenazada por una marea incontrolada de turistas
A vista de pájaro se puede apreciar su riqueza medioambiental: fondos marinos ricos en biodiversidad e impactantes playas. Los 4'5 kilómetros cuadrados de esta Isla de Lobos, ubicada entre Lanzarote y Fuerteventura, albergan un parque natural.
Pero, cuando descendemos a tierra, vemos turistas por todas partes. A este oasis se accede en barco con un cupo de 200 personas al día, la cantidad máxima de gente permitida para proteger este paraje.
Un problema al que se le añade la reciente aparición de los llamados taxis ilegales, un medio peligroso para los propios turistas que ponen en riesgo su integridad sin la opción de reclamar.
Desde las instituciones majoreras nos informan que están trabajando en una nueva regulación que ampliaría la capacidad de la isla hasta las 700 personas. Una medida que unos tildan de errónea y otros de escasa.
Un ecosistema propio de los más importantes a nivel nacional que, además de poder ser visitado, necesita ser protegido.