84 niñas y un niño. Carlos Torres tiene 14 años es el único niño en su club de gimnasia rítmica. A los cuatro años se aprendía los bailes que hacía su hermana. Y descubrió que era su pasión. Rodeado de niñas, pisa fuerte el tapiz a golpe de aro o de cinta. Y demuestra día a día que la gimnasia rítmica no es un deporte femenina.