Nueva agresión por violencia de género grabada… y nueva víctima que no denuncia

Sin la cámara de seguridad, jamás veríamos como un joven derriba de una patada a su novia, de tan solo 17 años, y como a partir de ahí todo son golpes y que cada vez que ella intenta levantarse, él la vuelve a tirar al suelo. Las imágenes son durísimas, pero la úncia forma para denunciar una realidad que suele estar oculta. Cuando él termina de agredirla, ella le sigue, sin huir ni pedir ayuda.

La violencia empleada en la paliza grabada por la cámara produce destrozos en el bar, los dueños lo denuncian, la policía revisa las cámaras de seguridad y consigue detener al joven, de nacionalidad boliviana. Ella, menor de edad de origen checo, ya está bajo protección. Y aunque no ha querido denunciarle, la Fiscalía ha solicidado de oficio una orden de alejamiento de dos años.

De cara al juicio, el silencio de la victima será determinante. Lo fue en el juicio de la paliza de un hombre a su pareja en un portal de Alicante, lo que atenuó significativamente la pena. Y tampoco denunca la víctima de la agresión a las puertas de una comisaría de Lugo hace tan sólo unos días. Tres palizas grabadas y aún así silenciadas, y es imposible no pensar en las que ocurrirán todos los días sin que nadie las vea.