La estafa del secuestro virtual está creciendo de forma alarmante. En lo que llevamos de año se han registrado 231 denuncias de este tipo de extorsión. El modus operandi es siempre el mismo: suena el teléfono y al otro lado oímos un llanto pidiendo auxilio, y a continuación el supuesto raptor demanda dinero por liberar al que dice que es nuestro ser querido, generalmente nuestro hijo.