Las celebraciones siempre ofrecen imágenes de lo más curiosas. Harden quería recibir la Copa del Mundo en una esquina y el Rey Felipe tuvo que colocarle en los medios para que los fotógrafos sacasen la mejor instantánea. Después Kenneth Faried se quedó bailando sólo encima del podio de Madrid y es que la alegría de los americanos era incontenible.