Si hablamos del erotismo del poder, Cristina Cifuentes lo tiene muy claro: “Cuando los hombres se vuelven más poderosos, de repente comienzan a ligar muchísimo y a ser más deseados, es algo que no entiendo”. Por otro lado, dice que hay excepciones como la del político francés Sarkozy: “Es un hombre tan carismático que le hace ser muy atractivo”.