Fueron muchos días de calvario y llegó un momento en el que Antonio pensó en tirar la toalla. Ocurrió después de que sus secuestradores simularan un intento de ejecución con el fin de asustarle. A Antonio se le pasó por la cabeza quitarse la vida con las cuchillas de afeitar que sus secuestradores se dejaban en el cuarto de baño. Intentó hacerlo y como consecuencia hay unas marcas en su cuerpo. Este es su estremecedor relato.