Castle y Beckett ponen en común sus teorías sobre el caso y, mientras Beckett cree que el motivo del asesinato es un tema de drogas, el instinto de Castle dice que hay algo más mágico detrás. El escritor sospecha que la víctima se trajo la lámpara de Aladino marcada con el símbolo de Salomón y que le fueron concedidos varios deseos.