El Valle de la Muerte, un viaje a 52ºC
Con una extensión de 13.500 kilómetros cuadrados, similar a la de Albacete, el Valle está rodeado por cinco cordilleras. Una característica que influye en la extrema sequedad y humedad, ya que no permite que las nubes se asienten en la zona. Las temperaturas pueden oscilar entre los 20 grados de mínimas, en invierno, a los 57 grados de máxima, la más alta alcanzada en toda la historia del valle.
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La cuenca de Badwater es la parte más profunda y caliente del valle. Cuando el aire a nivel del suelo se calienta, asciende pero queda atrapado por las montañas circundantes y la presión atmosférica, por lo que va de nuevo hacia abajo. Eso crea corrientes de aire caliente circulares que generan el insoportable calor. Situado a 85.5 metros por debajo del nivel del mar, este lugar es el punto más bajo de América del Norte y uno de los más secos y calientes del mundo . Para muchos turistas es el punto álgido de su ruta, pero no contemplan la deshidratación que pueden padecer.
En Harmony Borax, los trabajadores del Parque Nacional nos cuentan la historia de la explotación de este material para la fabricación de jabón a finales del siglo XIX. El producto final se transportaba 265 km hasta llegar a la línea férrea del Mojave mediante unos carros, con capacidad de 10 toneladas, tirados por mulas y caballos.
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En las proximidades del Valle de la muerte sólo hay pequeñas poblaciones donde la vida se hace muy dura por este clima extremo y seco. En Beatty, residen unas 1.200 personas y aquí la temperatura más alta ha alcanzado los 53 grados centígrados. Todas las casas cuentan con aire acondicionado lo que supone un gran esfuerzo económico para las familias que pueden llegar a gastar hasta doscientos euros al mes en el recibo de la luz. Para trabajar también es importante hidratarse constantemente y tomar, por lo menos, un litro de agua a la hora. En el municipio de Amargosa, con tan solo mil habitantes, sus vecinos aseguran que es un lugar muy aburrido donde lo único que se puede hacer es pasar calor.
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Bally, es conocido también como la puerta del Valle de la muerte. Turistas de todo el país viajan hasta aquí para disfrutar de sus aguas termales. Es uno de los pocos lugares de la zona donde vemos crecer la hierba.
Rhyolite, es una auténtica ciudad fantasma. En 1908, era la ciudad más grande del Estado de Nevada, gracias a la fiebre del oro que se vivió en todo el país. Cerca de allí, en Furnace Creek, comprobamos cómo se cuaja un huevo directamente sobre el asfalto.
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