Tiene que ser un puntazo. Ser futbolista y que el día de partido recibas la visita en el vestuario de Diego Armando Maradona. Más si el argentino está de buen rollo y tiene gana de gustarse (y de gustar). Algo así le pasó a Harry Kane este fin de semana. La gran estrella del Tottenham Hotspur estaba cambiándose junto a Hugo Lloris en Wembley cuando el astro argentino entró por la puerta. El ariete inglés no podía creerse lo que estaba pasando ante la mirada atenta de su entrenador, Mauricio Pochettino, y del embajador del club de Londres, 'Ossie' Ardiles. El resto, magia para tus ojos.