Es una de las declaraciones más lamentables que se recuerdan en el fútbol nacional. El entrenador del Manlleu, Albert Santanera, ha conseguido unificar la reprobación a unas palabras que comenzaron mal ("los árbitros son unos hijos de p...") y terminaron peor ("estoy hasta los p*tos c*jones de los árbitros"). Sus tuits 'pidiendo' disculpas por "las formas, no por el contenido" no contribuyeron a rebajar su error y hoy la pregunta que se hace el mundo del fútbol es la de qué sanción puede corresponder a tan durísimo alegato. Eduardo Iturralde González, en 'Partido a partido', te lo aclara.