El presidente de Cantabria ama su tierra. Mientras disfrutaba de un agradable paseo junto a Jesús Calleja en helicóptero y recorría tierras cántabras Revilla, alegre y espontáneo donde los haya, se lanzaba a cantar el himno de su tierra. La gente del pueblo seguía al presidente y se animaba a cantar. ¡Esto sí que es ser un ídolo de masas!