El Lobo Carrasco dice que si se confirma el esguince en la cara interna del tobillo, el brasileño podría estar hasta cinco semanas de baja. El exfutbolista explicó que si el tobillo no llega a ceder, la lesión se hubiera producido en la rodilla y habría tenido peores consecuencias. También, el peso y la flexibilidad de Neymar jugó a su favor.