Un volcán en erupción aguarda a Santiago Segura en 'Planeta Calleja'

Un volcán en erupción, la inmensidad del océano y hasta una tribu indígena con costumbres y ritos inimaginables medirán la capacidad de resistencia de un urbanita confeso como es Segura. ¿Sobrevivirá para contarlo? La respuesta, el domingo 11 de enero, a partir de las 21:30 h, en 'Planeta Calleja'.

El protagonista de la saga “Torrente” se atreverá con diferentes deportes de riesgo en su periplo hasta Sulawesi, en Indonesia. En primer lugar, Segura y Calleja practicarán rafting por aguas bravas para descender río abajo hasta la ciudad de Manado, situada al norte de la isla asiática. Una vez en destino, Santiago Segura verá cumplido uno de sus sueños, hasta ahora inalcanzable: bucear.

A causa de una lesión en el oído, el actor no se había atrevido nunca a zambullirse en el mar y disfrutar del mundo subacuático que se esconde bajo la superficie. Tras los consejos y el entrenamiento con Jesús Calleja, Santiago Segura vencerá sus propios miedos y se sumergirá bajo las aguas del océano Pacífico. “Toda mi vida viendo los documentales de Costeau y ahora soy yo el que va a estar ahí abajo! ¡Alucinante!”. , exclamará el actor.

Sin embargo, la felicidad de Segura durará poco. Su aventura en “Planeta Calleja” terminará con el mayor reto de todos: escalar la ladera del volcán Lokón, hasta llegar a la cima. Toda una aventura de altos riesgos teniendo en cuenta que la última erupción de esta mastodóntica fuerza de la naturaleza tuvo lugar hace apenas unos meses. “Me pican los ojos y me escuece la garganta, confesará el actor, afectado por los vapores y el humo que emanan de la cumbre del Lokón.

Trekking hasta llegar al corazón de los Toraja

Durante su periplo por Sulawesi, y tras una jornada de trekking, Segura y Calleja conocerán de primera mano cómo es el día a día de una de las tribus de la región, los Toraja. Para estos indígenas, la muerte es el evento más importante de toda su existencia, y por tanto los ritos funerarios y los enterramientos son acontecimientos de singular relevancia para todos los miembros de la comunidad.

Los dos aventureros asistirán a un funeral, charlarán con los familiares del fallecido y hasta que terminarán durmiendo junto a un cadáver. Y es que, para los Toroja, la muerte no llega hasta se celebra el ritual funerario, una ceremonia tan costosa que obliga a las familias a mantener los cadáveres embalsamados en sus hogares hasta que consiguen reunir el dinero suficiente para pagarla. “Uno de los nativos nos invitó a dormir en su casa. Al principio no nos dimos cuenta, pero al cabo de unas horas nos confesó que aquel bulto que estaba a nuestro lado… era su esposa muerta”, contará con cierto espanto Santiago Segura.