Bajar a una mina puede resultar una experiencia delicada, pues hay que tener cuidado no solo con los peligros propios de una mina, sino que en esta había que bajar con cuidado las escaleras debido al hielo. Pero Jesús y Mercedes no temen a nada y son capaces de sacar su lado más divertido en una situación como ésta. Se han acercado a un teléfono y han improvisado tener una conversación con la Tía Tula de Calleja.