Álex González considera que salir en prensa del corazón es “un peaje por el que tiene que pasar” pero no comprende hasta qué punto es legal que le roben una foto y se comercie con ella. Tiene asumido lo que conlleva su fama, pero lamenta que afecte a los que le rodean. Pero peor llevó acercarse a unos cocodrilos que corren muy rápido y a los que tiene pavor.