Durante la ruta por estos templos, es imprescindible que nuestros aventureros se vistan como auténticos peregrinos. Calleja y Belmonte se han dirigido a una tienda local, junto a un guía, donde se han ataviado con las vestimentas tradicionales. De blanco, con un sombrero con letras japonesas inscritas y el accesorio fundamental: un bastón de madera tallado a mano ¡No les falta detalle!