Una babosa blindada con espinas revela la ascendencia de los moluscos

Una de las características definitorias de los moluscos es la posesión de una radula, una especie de lengua dentada que se utiliza para rastrillar o raspar los alimentos.

La radula contiene centenares de dientes, cuyos patrones se pueden usar para determinar la dieta e identificar especies. Aunque no todos los moluscos tienen radula, no se puede encontrar una radula en ningún otro grupo de animales. Jakob Vinther, de las Escuelas de Ciencias Biológicas y Ciencias de la Tierra, es autor principal del estudio, que se publica en Nature.

"Los moluscos están entre los primeros animales identificables en el registro fósil, sin embargo determinar cuál era su antepasado era difícil ya que muchos de los grupos aparecen dentro de una ventana pequeña del tiempo, haciendo la secuencia de acontecimientos evolutivos difícil de juntar", explica.

El reciente descubrimiento de una nueva especie de molusco en la región de Anti-Atlas en Marruecos ha permitido a los paleontólogos revisar este problema e inferir la aparición del antepasado de todos los moluscos.

La nueva especie descubierta, Calvapilosa kroegeri, es parte de la Biota de Fezouata: un grupo de organismos del período Ordovícico temprano (hace 485-470 millones de años) que se encuentran en rocas en el sureste de Marruecos. El Fezouata Biota es famoso por su excepcional preservación, lo que permite a los paleontólogos identificar los detalles no conservados de cualquier otro sitio fósil.

El coautor Luke Parry, estudiante de doctorado en la Universidad de Bristol, añadió: "Calvapilosa kroegeri se asemeja a una babosa cubierta de espinas cortas por toda la parte superior del cuerpo y con una gran 'concha de uña' sobre su cabeza. La cabeza de esta especie son dos filas de dientes que demostramos es una radula".

El descubrimiento de esta estructura de alimentación identifica firmemente a Calvapilosa kroegeri como un molusco. Además, sugiere que las formas fósiles similares, tales como Halkieria - un fósil semejante a una babosa de dos placas, son también moluscos y poseían una radula.

Tras un análisis para determinar el árbol genealógico de los moluscos, Calvapilosa kroegeri se reveló como el miembro más primitivo del linaje que conduce a los chitones. Este género todavía se puede encontrar hoy y se caracteriza por su posesión de ocho placas de concha y espinas alrededor de su borde, similar a lo que se ve cubriendo el cuerpo de Calvapilosa.

Vinther concluyó: "Si remontamos la evolución de los chitones, podemos ver que el número de sus conchas ha aumentado con el tiempo, por lo que es probable que el antepasado de todos los moluscos fuera de cascarón único y cubierto de espinas de cerdas, no diferente a Calvapilosa kroegeri".