CSIF exige al Museo Altamira asegurar la protección de datos de sus trabajadores que no quieren se fotografiados

En un comunicado, CSIF ha explicado que dicha petición se justifica por la "preocupante situación" en la que están desarrollando su trabajo dichos empleados desde que, a partir del pasado 10 de agosto, por decisión de la Dirección del Museo, se permite la toma de fotografías en el interior de la sala de la neocueva.

CSIF ha precisado que, como consecuencia de dicha medida, los trabajadores han manifestado reiteradamente la lesión que se produce en su derecho a la intimidad y su propia imagen al ser fotografiados y grabados contra su voluntad en el desarrollo de su actividad por usuarios del museo que, en ocasiones, han llegado a publicar dichas imágenes en las redes sociales sin su consentimiento.

"Por si esto no fuera suficiente razón para impedir de manera fulminante dicha manera de actuar", ha continuado el sindicato, los trabajadores ven lesionado su derecho al honor y "el más mínimo de los respetos" por parte de algunos usuarios en el momento en el que manifiestan su expresa negativa a ser fotografiados.

CSIF entiende que, con dicha actitud, se "lesionan gravemente" los derechos de protección de datos de los trabajadores y se incumple el protocolo de actuación frente a la violencia en el trabajo en la Administración General del Estado y organismos públicos vinculados o dependientes de ella, como es el caso.

Por esta razón se ha exigido a la Dirección del Museo la adopción de medidas que acaben con esta situación y si en un "plazo razonable" no se recibiese contestación y solución satisfactoria, CSIF interpondrá denuncias ante los organismos pertinentes para asegurar la protección de los derechos de los trabajadores.