Nueve reclusas con sus hijos inician sus vacaciones en Benicàssim (Castellón) a iniciativa de una ONG católica

En esta edición participan nueve internas en Picassent, todas en tercer grado y algunas de ellas cumpliendo ya este régimen en los Centros de Inserción Social", según la delegación valenciana de la ONG que impulsa el proyecto.

Junto con las mujeres también participan en el campamento un total de 16 niños, de entre cuatro meses y seis años, "y algunos de ellos son hijos de reclusas que no asisten al campamento porque no tienen permitida la salida del centro penitenciario", han explicado.

Asimismo, en esta iniciativa colaboran 24 voluntarios, 15 de ellos jóvenes y 9 adultos, "de los que la mayoría repiten la experiencia y algunas de ellas cumplen funciones como madres de los niños que acuden solos", han señalado.

Igualmente, el campamento, que anteriormente se celebró en localidades costeras como Moraira y Calpe, tiene como objetivo que "tanto las madres como los niños puedan convivir estos días en un ambiente más distendido e integrador fuera de la cárcel", han dicho.

Los voluntarios de Horizontes Abiertos de Valencia acuden cada semana, durante todo el año, a la prisión de Picassent, en diferentes turnos, para ofrecer en el módulo de madres cursos de costura, baile y pulseras, y organizan talleres para los niños. El objetivo es "dar apoyo a estas mujeres y prepararlas par que, una vez salgan de prisión, puedan reinsertarse en la sociedad".

Además, los voluntarios realizan, cada 15 días, salidas con los niños que viven en la cárcel con sus madres, para "que conozcan la realidad y disfruten en el exterior de actividades lúdicas, como parques, piscinas o la playa, ahora en verano". Igualmente, durante el mes de agosto, algunos de los hijos de las reclusas son acogidos en casas de los voluntarios.

La ONG 'Fundación Padre Garralda Horizontes Abiertos', que atiende desde hace 16 años en el centro penitenciario de Picassent a madres reclusas del módulo de preventivos y a sus niños, fue fundada en Madrid en 1978 por el sacerdote jesuita Jaime Garralda. En el año 2000 estableció una delegación en Valencia que organiza campamentos estivales desde 2002.