"Hubo un estallido fuerte; la cabina se paró con un golpe seco"

Agarrados con cuerda, uno a uno, los 70 turistas atrapados en el teleférico del Teide iban pisando tierra firme. Un rescate complicado, ya que acceder a las cabinas no era nada fácil. Han estado toda la tarde colgados, a 50 metros de altura. Una avería ha hecho que las cabinas, una de bajada y otra de subida, se detuvieran en seco. "Hubo un estallido fuerte. La cabina se paró con un golpe seco", explica Rocío Real, trabajadora del Teide. Mientras, en la cima del volcán a más de 3.700 metros de altura, 200 personas que permanecen atrapadas han tenido que descender a pie hasta la otra estación. Todas, menos una familia con niños pequeños y una familia con niños pequeños y una persona con vértigo, que han sido evacuados en helicóptero. El rescate es lento y la noche se echa encima, pero a pesar del susto, no hay ningún herido.