La sequía descubre ciudades ocultas bajo el agua de los pantanos

Los pantanos están en mínimos. Tan bajo están sus niveles que no dejan de aparecer restos arquitectónicos de lo que en su día fueron edificios e incluso pueblos llenos de vida. La construcción de los embalses les condenaron al olvido, sin embargo, la falta de agua ha provocado que podamos volver a verlos. Es el caso del pantano de Aguilar de Campoo, al norte de Palencia, donde emergen los estos de una antigua iglesia románica ya descatalogada. Es la Iglesia de Santa Eugenia de Cenera de Zalima, una localidad que quedó sumergida en los años 60 por las aguas.

Hoy la escasez de agua ha dejado al descubierto capiteles de siglo XIII y esta portada románica antaño instalada en las dependencias del castillo de Monzón de Campos.

En España existen medio millar de localidades sumergidas, que ahora salen a flote por la pertinaz sequía que nos afecta desde hace unos meses. A vista de dron tenemos imágenes impactantes como la de la presa de Ricobayo, en Zamora, todavía con agua, al 10% de su capacidad o paisajes tan desoladores como el del embalse del Almendro, que en tan solo cuatro meses ha bajado al 35% de su capacidad. Datos alarmantes de un cambio climático que, al menos servirá para recuperar verdaderas reliquias.