Marbella y toda España despiden a Pablo Ráez. Finalmente, la leucemia pudo con él, pero su lucha desde las redes por aumentar las donaciones de médula, más de un mil por ciento en su provincia natal, en Málaga, salvará, seguro, muchas vidas y permanecerá siempre como una lección y un ejemplo imborrables. Como su espíritu y su ánimo invencibles, incluso en sus últimas palabras hace un mes, cuando era consciente de que su estado empeoraba tras un segundo trasplante fallido.