Un niño con enfermedad terminal logra cumplir uno de sus grandes sueños

A sus 12 años, Frank sabe que no podrá cumplir muchos de sus deseos. Uno de los que había dejado por imposible era esquiar. Los tumores que lo atormentan desde bebé lo tienen casi paralizado. Sin embargo, sus antiguos compañeros en los 'Boy Scouts' le han sorprendido con un regalo de cumpleaños: han buscado una silla adaptada y le han invitado a pasar una jornada en la nieve juntos. "Estoy emocionado, realmente emocionado", decía el pequeño al ver la sorpresa. Pero aún más feliz que Frank estaba su madre, acostumbrada a acompañarle en su día a día de continuos dolores entre operación y operación. "Creo que esto es justo lo que necesita ahora mismo. Algo que le ayude a soportar lo que le queda", contaba a los medios, entre lágrimas. Y es que Abriendo pista a un centenar de esquiadores, Frank ha podido disfrutar por fin de su primer descenso, del viento dándole en la cara, y, –sobre todo–, de compartir este momento de felicidad. "Lo mejor ha sido tener a toda esta gente esquiando a mi lado", explicó, antes de recibir al unísono un enérgico feliz cumpleaños de todo el grupo.