La Guardia Civil habría encontrado restos de sangre humana en la picadora industrial que estaba en la vivienda de la mujer argentina de 55 años desaparecida. El dueño de la casa, un hombre de 32 años, está detenido y en prisión provisional mientras las autoridades investigan la desaparición de otras cuatro mujeres, tres de ellas antiguas inquilinas y la otra su tía, desaparecida hace cuatro años.