Mañana arranca el juicio contra Andrés, el pinche de una sidrería de Gijón llamada El Lavaderu. Está acusado de envenenar durante años a sus compañeros. El acusado, al parecer, echaba en la comida de sus catorce compañeros un fármaco que les provocaba fiebre, náuseas y dolor de cabeza. Todo se destapó cuando se empezó a investigar la muerte de uno de los cocineros.