Dos años de cárcel para los técnicos del Tibidabo por la muerte de una menor

El pacto alcanzado entre la Fiscalía, las defensas y las acusaciones particulares y popular ha rebajado las penas de tres años y medio de cárcel que en un principio reclamaba el Ministerio Público para estos técnicos por una "cadena de errores" en la fabricación, instalación y puesta en marcha de la atracción , y además ha retirado al acusación contra dos encausados.

Enrico F., Luciano B., José María G., Francisco Javier G., Francisco José C., Jose María S. y José María L. han sido condenados a dos años de cárcel; a José Antonio R. y Romualdo F. se les ha impuesto una pena de un año y nueve meses, y a Carlos R. un año y medio, todos ellos han quedado inhabilitados para ejercer su profesión en este ámbito durante el tiempo de condena.

Concretamente, los diez han sido condenados por un delito de homicidio por imprudencia, uno de lesiones imprudentes con deformidad y otro de lesiones, a los que se ha aplicado el atenuante de dilaciones indebidas y la reparación de daño tras el pago de la responsabilidad.

El pacto ha acordado la indemnización conjunta de 1,8 millones de euros para las víctimas: alrededor de un millón de euros para la joven con heridas de mayor gravedad, unos 500.000 euros para los familiares de la chica fallecida y el resto para los otros dos heridos en el siniestro.

El accidente se produjo el 17 de julio de 2010, cuando la atracción 'El Péndulo' cedió y el fuste se desprendió completamente del suelo, cayendo toda la estructura, incluyendo la cabina en la que se encontraban los cuatro menores.

La atracción, construida por la empresa italiana Fabri Group, permitía una caída libre de los pasajeros desde una altura de unos 38 metros llegando a alcanzar los 100 kilómetros por hora en 2,8 segundos, y la estructura estaba formada por una columna central fija y un brazo móvil con una cabina para cuatro pasajeros.

En declaraciones a los medios este lunes tras confirmarse el acuerdo, la madre de una de las jóvenes que resultó herida se ha sentido satisfecha porque considera que se ha hecho "justicia" y su abogado, Pepe Rey, también ha visto la sentencia condenatoria justa, contra la que no cabe recurso y con la que previsiblemente ninguno de los condenados entrará en prisión.