Simon Smith cruza una calle de una localidad inglesa sin mirar. Un autobús entra en la curva haciendo el giro muy abierto y se lleva por delante al hombre que es arrastrado por el pavimiento unos cuantos metros. Y si sorprende el atropello, más increíble es su reacción posterior. Se levanta, camina y entra en un pub como si nada hubiera ocurrido.