Galicia extiende a toda la comunidad la alerta por sequía

Las nubes brillan por ausencia en el cielo gallego y del agua no hay ni rastro. La escasez de lluvias en el otoño más seco desde que hay registros se refleja en los embalses. Los de la cuenca del Miño-Sil están al 40% de su capacidad, el nivel más bajo desde 1990. El de Cecebre, que abastece a A Coruña está tan solo al 36%. La sequía ya hizo que se activara la alerta hace dos meses en el interior y el sur de Galicia, pero ahora se ha extendido a toda la comunidad. En muchos municipios ya se ha comenzado a recurrir a cortes de suministro, como en Irixoa. Medidas que afectan a vecinos como Bruno, que necesita 12.000 litros de agua al día para abastecer a su explotación ganadera. Las medidas no han tardado en dar paso a las primeras quejas; en Ponte Caldelas se niegan a que se realice un trasvase del río Verdugo al embalse de Eiras, que abastece Vigo. Feijoo, por su parte, alerta de que “hay que estar preparados para una situación de emergencia, más que probable.” De momento, los ríos gallegos cuentan con un ochenta por ciento menos de agua que la media de esta época.