Tras un accidente, le implantan su mano en el abdomen y consigue salvarla

Frank Reyes, un anciano estadounidense de 87 años de edad, sufrió un grave accidente: El hombre cambiaba una rueda cuando la mala suerte hizo que un enorme remolque le cayera encima. Su mano izquierda quedó completamente atrapada por el tráiler y, aunque no se la rompió, sufrió quemaduras de tercer grado. Trasladado a un hospital de Houston, un cirujano plástico decidió implantarle la mano en el abdomen durante tres semanas. Una operación de la que Frank se recupera y que le ha evitado vivir sin una mano.