La cifra de muertos por el terremoto del pasado martes en México roza ya los 300 y todavía continúan las labores de rescate con esperanzas de encontrar supervivientes. Los familiares de muchos desaparecidos no lo asimilan, de hecho, la negación de la tragedia es el primer síntoma de estos. En estos casos el apoyo psicológico es imprescindible.