Teresa Romero ya está en su pueblo lucense de Becerreá. Tras recibir el alta en el hospital madrileño Carlos III se ha trasladado en coche hasta el municipio en el que descansará los próximos días y en donde se recuperará tras superar su contagio por el virus del ébola. Allí le esperaba su madre, Jesusa que ha llenado la despensa con lo mejor que da la tierra gallega y que le ha preparado los platos que más gustan a la auxiliar de enfermería.