El Rey destaca el "buen momento" para invertir en España y apuesta por una colaboración hispano-alemana "más estrecha"

Durante el discurso pronunciado en la gala celebrada en el Círculo de Bellas Artes, el monarca ha puesto en valor las buenas relaciones económicas entre Alemania y España, "una realidad tan positiva" que el Rey ha ilustrado recordando los 65.000 millones de euros que supusieron en 2016 los intercambios comerciales entre ambos países o los 28.000 millones de euros de las exportaciones españolas hacia Alemania, "la cifra más alta en toda la serie histórica".

Alemania es el principal proveedor de España y el segundo mejor cliente, además de suponer el tercer mercado emisor de turistas, con 11 millones de visitas el pasado año, una cifra "verdaderamente impresionante", en palabras del Rey, porque supone que "un 13% de la población alemana visitó España el pasado año".

Asimismo, ha enfatizado que España es percibida como "un destino de inversiones de alto valor añadido" y "plataforma" de inversión tanto en el mercado interno como para expandirse a terceros mercados. "Este es", ha subrayado, "un buen momento para seguir invirtiendo en nuestro país".

Ante un auditorio que ha reunido a altas autoridades políticas, representantes de instituciones hispano-alemanas, directivos y responsables del mundo empresarial, el Rey ha resaltado además su deseo de que la colaboración empresarial hispano-alemana sea "aún más estrecha en el futuro".

FORTALECER LAS ESTRUCTURAS EUROPEAS

Durante el discurso, Felipe VI ha abordado además la "amistad duradera" que une a España y Alemania, dos países que comparten "una perspectiva similar a la hora de afrontar los retos globales y los desafíos que plantea la economía internacional".

"Somos firmes aliados en la Unión Europea y por ella apostamos en todos los ámbitos, y mantenemos lazos bilaterales muy estrechos en lo económico, en lo comercial, entre otros, que se traducen claramente en generación de riqueza y creación de empleo", ha argumentado.

En esta misma línea, ha hecho hincapié en la necesidad de "fortalecer las estructuras europeas y seguir impulsando una Europa abierta al comercio y a las inversiones internacionales", un camino a seguir en el que coinciden tanto Alemania como España.