El Papa asegura que católicos y luteranos no pueden ser más "adversarios" una vez "abandonados" prejuicios sobre Lutero

"Antes de los desacuerdos, de las diferencias y de las heridas del pasado, está la realidad permanente y fundacional de nuestro bautismo, que nos ha hecho hijos de Dios y hermanos y hermanas. Por lo tanto, nunca más podremos permitirnos ser adversarios o rivales. Aunque el pasado no puede cambiar, el futuro nos interpela: no podemos dejar de buscar y promover una mayor comunión en la caridad y la fe", ha subrayado.

El Pontífice ha dado la bienvenida a la delegación --encabezada por su nuevo presidente, el arzobispo Musa, y el secretario general, el doctor Martin Junge-- recordando uno de los momentos ecuménicos que marcó el Año de la Conmemoración de la Reforma, recién concluido.

"Me complace pensar sobre todo en el 31 de octubre de 2016, cuando rezamos en Lund, donde la Federación Luterana Mundial fue instituida. Ha sido importante encontrarnos, ante todo, en la oración", ha subrayado Francisco, que ha definido la oración como "el carburante del camino hacia la unidad plena".

En el camino del diálogo, el Papa ha celebrado que hoy se puede mirar atrás y "agradecer a Dios" que "las divisiones dolorosas" que mantuvieron "distanciados y en conflicto durante siglos" a luteranos y católicos han sido sustituidas por unas "recientes décadas de comunión". "Esto nos ha llevado a abandonar viejos prejuicios como los que tienen que ver con Martín Lutero y la situación de la Iglesia católica en ese periodo", ha indicado.

Además, ha recordado la "notable" contribución al diálogo entre la Federación Luterana Mundial y el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, así como algunos textos de suma importancia, como la Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación y el documento 'Del Conflicto a la Comunión'.

Por otro lado, también ha invitado a católicos y luteranos a "gastarse en la caridad, mirando a los pobres, a los hermanos más pequeños del Señor". "Nos hará bien tocar sus heridas, con la fuerza sanadora de la presencia de Jesús y con el bálsamo de nuestro servicio", ha añadido.