La noche de este jueves iba a ser otra jornada de protestas.la cuarta en el barrio barcelonés de Gràcia, pero, por suerte, se ha quedado en nada. Los okupas del banco desalojado el pasado lunes, habían pedido a los vecinos que les dieran su apoyo con una cacerolada y la respuesta ha sido, más bien, discreta.